Es difícil imaginar que exista algún lugar en el mundo que no haya sido tocado por la civilización moderna. El Internet, los teléfonos celulares y las computadoras ahora están tan arraigados en nuestra cultura que la vida sin estas comodidades modernas parece imposible. La mayoría de la gente, de hecho, probablemente diría que no pueden vivir sin ellos. Resulta bastante difícil pensar en volver a un tiempo donde no existían ni siquiera los inodoros.
Sin embargo, eso es exactamente el tipo de vida de una civilización completamente aislada que se encuentra en una isla remota.
La Isla Sentinel del Norte
La Isla Sentinel del Norte es parte de las islas de Andaman y Nicobar en la Bahía del Océano de Bengala. Se encuentra entre Myanmar e Indonesia y es el hogar de una tribu completamente aislada de la sociedad. Esta tribu de sentineleses es tan hostil ante el contacto externo que la isla ha sido apodada como “el lugar más difícil de visitar” en el mundo.
Muy poco se sabe sobre los sentineleses. Su lengua, la cultura y sus asentamientos son, en su mayor parte, desconocidos. Ellos viven en un bosque muy denso, que los oculta del resto del mundo. Lo que se sabe sobre ellos es que son cazadores y recolectores, no son agrícolas. En cambio, viven de las frutas, el pescado, los tubérculos, cerdos salvajes, lagartos y la miel.
En agosto de 1981, la nave Primrose llegó hasta el arrecife de la Isla Sentinel del Norte y se quedó varada. Unos días más tarde, los tripulantes de la embarcación inmóvil observaron que “pequeños hombres negros llevaban lanzas y flechas y construían embarcaciones en la playa”. El capitán de la Primrose llamó por radio para solicitar urgentemente armas de fuego para que la tripulación pudiera defenderse, pero no las recibió. Las mareas altas mantuvieron a los isleños lejos de la nave. Después de una semana, la tripulación fue rescatada por un helicóptero de trabajo bajo contrato de la Comisión de petróleo y gas natural de la India.
No importa quién seas, si llegas a esta isla, la gente del lugar te dará la bienvenida con lanzas y flechas. Los regalos de alimentos y ropa no son de importancia para ellos. Incluso son hostiles antes las misiones de rescate. A raíz del tsunami desastroso que había golpeado el Océano Índico en diciembre de 2004, un grupo de rescatistas se acercó a los sentineleses en un helicóptero de la Armada de la India. Pretendían ayudar a los sobrevivientes, aunque las posibilidades eran escasas. Intentaron lanzar paquetes de alimentos a tierra, pero se encontraron con hostilidad. Un único guerrero sentinel emergió de la selva densa y disparó una flecha al helicóptero.
Técnicamente, la India tiene soberanía sobre la Isla Sentinel del Norte. Sin embargo, después de varios intentos fallidos de hacer contacto amistoso con ellos desde 1964, el gobierno indio ha dejado de insistir. Todas las visitas a la isla están prohibidas. La Armada de la India ha impuesto una zona de amortiguación de 3 millas para mantener alejados a los turistas, exploradores y otros entrometidos.
Los investigadores mueren por estudiar a este pueblo indígena, pero parece que esto no les será posible. Es difícil imaginar la vida en el aislamiento total, pero parece que los sentineleses la prefieren de esta manera.