El es Fabien Cousteau el hombre que vivió 31 días bajo el agua es un productor y explorador de océanos, creó un submarino con forma de tiburón para navegar entre tiburones blancos y para deleitar a la gente de la TV americana CBS que filmaba la película "Mind of the Demon". Fabien paso un mes en el fondo del mar en la base NOAA Aquarius Reef Base, en las aguas de Key largo, Florida.
En la entrevista que se le hizo nos dijo:
"La inspiracion me la dio un cómic de Tintín. Quería fabricar un submarino que fuera tan realista como fuera posible para poder estudiar el comportamiento de los tiburones blancos".
"Bucear por la noche con él fue una de las cosas mas arriesgadas que haya hecho nunca pero para aprender más sobre ciertos temas a veces hay que estas dispuesto a correr ciertos riesgos. Cada vez que entraba en el submarino había muchas cosas que podían ir mal. Los tiburones no eran lo que me preocupaban, de hecho, sino cometer errores humanos con la maquina ".
Acabas de pasar 31 días bajo el agua, a 60 pies de profundidad. ¿Cual ha sido tu encuentro más salvaje?
Estábamos durmiendo un día cuando una de nuestras cámaras capturó las imágenes de un mero gigantesco de 600 libras (275kg) emitiendo un sonido muy grave justo antes de comerse un barracuda de cuatro pies (1,2m). Fue impresionante. Nunca he visto un mero con un comportamiento tan agresivo. Otro día, buceando, vimos nubes masivas de plancton refulgente, en plena noche. Parecían tornados y tempestades de nieve.
La mayoría de nosotros nunca tendremos la oportunidad de vivir bajo el agua. Parece una historia de ciencia ficción.
Y lo era. Muchas de las cosas simples de cada día cambian completamente. Por ejemplo, no se puede silbar. El pelo crece mucho más rápido. Y el aire es tan denso que parece líquido. Es muy difícil respirar bajo una presión de tres atmósferas.
Pero gracias a esa estación de investigación submarina, que es única en el mundo, pudimos bucear entre seis y doce horas al día. Los científicos de nuestro equipo recolectaron en 31 días datos equivalentes a tres años de trabajo.
¿Tuviste miedo?
Sólo de los efectos a largo plazo. Perdí parte del sentido del gusto hasta tal punto que ponía salsa picante a todo, algo que a mí no me suele gustar. Temía haber perdido el sentido del gusto para siempre. ¡Afortunadamente, ha vuelto!